Una consulta telefónica me llamó la atención: un edificio nuevo, alrededor de 1 año de antigüedad, fue alquilado por completo en el barrio de Liniers. El propietario, cobra gastos de luz de 120 pesos para cada uno, no da recibos de expensas pero manda las liquidaciones a cada uno de sus inquilinos.
Al ser el único propietario, no hay un Consorcio de Propietarios, y mucho menos un Administrador, por lo tanto, las normas que regulan las relaciones entre este sujeto y los inquilinos son las del contrato de alquiler. Si bien no hay mucho escrito al respecto, o por lo menos no pude encontrar un caso así puntual, me inclino a decir que en este tipo de situaciones, donde hay un dueño y varios inquilinos, en un edificio nuevo, que es el centro de atracción para muchos, pueden darse situaciones que no son del todo justas para quienes viven ahí y pagan un alquiler.
Entre las "irregularidades" que nombraba esta persona, nombré que este dueño no daba recibos de pago de expensas pero las mandaba, con gastos irrisorios, por ejemplo, gastos de luz de 120 pesos a cada uno de los inquilinos y a veces montos superiores, cuyo objetivo, seguramente, era sacar un mayor provecho de la situación.
En otras oportunidades expliqué que aquello que une a un inquilino y su locador es el contrato de alquiler, y todo problema que haya en la unidad funcional que impida el normal uso de la misma tiene que pasar primero por el propietario para que luego éste se lo comunique al Administrador del Consorcio y realice los arreglos correspondientes.
Sin embargo, este caso es totalmente fuera de lo normal, ya que cualquier problema que se presentaba en las unidades alquiladas, si el inquilino hacía un reclamo, esta persona que era la propietaria del Edificio se negaba a solucionarlo y, además, aún sabiendo que no cumpliendo con parte del contrato el inquilino tenía el derecho de rescindirlo por culpa del locador y éste debería pagarle una indemnización, aquel se negaba a atenderlo y le decía que se vaya, que haga el reclamo judicial correspondiente si quería obtener lo que le correspondía.
Obviamente, este tipo de situaciones donde el inquilino está totalmente desprotegido, donde no se respetan las condiciones establecidas en el contrato, habiendo varios inquilinos preocupados por la situación en la que se encuentran, que de haber sabido que era así, no firmaban el contrato, lamentablemente, el reclamo se puede llevar adelante pero la mayoría de las veces resulta ineficaz y costoso para quien sufre este tipo de situaciones.
En un edificio nuevo, alquilado por completo, donde hay un sólo propietario, no hay asambleas, ni administrador, ni reuniones de ningún tipo, donde un tirano hace de las suyas y se aprovecha de quienes alquilan con liquidaciones de expensas irrisorias, haciendo las veces de administrador y propietario, donde el derecho no es claro, y la defensa es, lamentablemente, compleja.
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